Alarma por la libertad de prensa en Argentina

El informe 2025 de Reporteros Sin Fronteras advierte un deterioro profundo de la libertad de prensa a nivel global. Argentina registró una de las caídas más pronunciadas en el mundo, afectada por el debilitamiento económico de los medios, presiones políticas y desinformación.


Argentina experimentó en el último año un retroceso alarmante en materia de libertad de prensa. Según la Clasificación Mundial 2025 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), el país cayó del puesto 40 al 66 entre 180 naciones, marcando una de las mayores caídas en América Latina.

El informe, presentado este 3 de mayo en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, advierte que la precarización económica del periodismo, la desinformación y la creciente presión desde sectores del poder constituyen las principales amenazas que enfrentan los medios y los trabajadores de prensa en todo el mundo.

En el caso argentino, RSF señala una deteriorada situación del ecosistema mediático, afectado por la caída en la pauta oficial, el cierre de medios y el despido de cientos de periodistas en el último año. Si bien no se registraron formas explícitas de censura directa, el organismo internacional destaca un aumento de la estigmatización y el hostigamiento público a la prensa desde funcionarios de alto nivel.

“El discurso de odio contra periodistas y medios que no son afines al gobierno se ha incrementado, lo cual repercute directamente en la seguridad y en el ejercicio libre de la profesión”, sostiene el informe.

Un contexto económico hostil para los medios

Una de las alertas principales de RSF este año apunta al debilitamiento económico estructural de los medios de comunicación. La organización advierte que, en muchos países, los modelos de negocio tradicionales se encuentran en crisis, y los medios pierden independencia al depender de fuentes de financiamiento concentradas, públicas o privadas.

En el caso argentino, esta fragilidad se traduce en cierres de redacciones, achiques masivos y una creciente concentración del discurso público en manos de plataformas digitales y redes sociales, donde la verificación es escasa y la polarización, alta.

El fenómeno global: sólo ocho países en “situación buena”

La Clasificación Mundial 2025 también refleja un declive global preocupante. Sólo ocho países están actualmente en la categoría de “situación buena” para la libertad de prensa —una cifra récord negativa desde que RSF elabora el ranking. Entre ellos figuran Noruega (1°), Dinamarca y Suecia. En el otro extremo, Eritrea, Siria y Afganistán cierran la lista con niveles críticos de represión.

En América Latina, las situaciones más graves se registran en Cuba (168), Nicaragua (165) y Venezuela (156). En contraposición, los países mejor posicionados son Costa Rica (23) y Uruguay (52).

Un llamado a proteger la libertad de prensa

RSF finaliza su evaluación 2025 con un llamado a los gobiernos a garantizar condiciones estructurales para un periodismo libre, plural y seguro. La organización reclama protección frente a la violencia digital, legislación contra la concentración mediática y medidas activas para sostener el trabajo periodístico ante la crisis económica.

En Argentina, periodistas y organizaciones de prensa han reclamado en las últimas semanas mayor diálogo con el Ejecutivo, el cese del hostigamiento y políticas públicas de sostenimiento del ecosistema informativo. La caída en el ranking no solo refleja el presente, sino una advertencia sobre lo que puede venir si no se revierte la tendencia.


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