El equipo francés de Fórmula 1 puso todas sus fichas en el desarrollo del nuevo monoplaza con vistas a la temporada 2026, con el objetivo claro de ofrecerle el mejor soporte a Franco Colapinto y a su compañero Pierre Gasly ante el gran cambio reglamentario que se viene.
En un contexto de modificaciones profundas para la temporada 2026 —autos más compactos, menor carga aerodinámica, nuevos neumáticos y un mayor peso de la parte eléctrica del motor— Alpine decidió frenar las actualizaciones de su monoplaza 2025 desde la novena fecha, concentrando recursos en el proyecto del nuevo modelo.
Esa decisión no solo explica por qué tanto Colapinto como Gasly tienen un auto menos competitivo esta temporada (el A525 casi sin mejoras), sino que además otorga al equipo la ventaja regulada de más horas de túnel de viento por ocupar los últimos lugares en el Campeonato de Constructores.
Además, el acuerdo con Mercedes —que proveerá motor, caja de cambios y suspensión— fortalece la estructura técnica de Alpine de cara al salto de calidad previsto.
La base del equipo, en Enstone (Inglaterra), trabaja a pleno ritmo bajo la supervisión del director técnico David Sánchez, quien incluso abandonó recientemente una aparición pública para quedarse en la fábrica liderando el desarrollo del coche.
Por su parte, Colapinto se posiciona como figura clave dentro del equipo para la ‘era 2026’. Ya reconoció públicamente las oportunidades que ve con el nuevo proyecto, tanto por los cambios en el reglamento como por su propia capacidad para desarrollo del vehículo.
Si bien esta temporada Alpine atraviesa un momento complicado en cuanto al rendimiento, la estrategia de invertir ahora para el futuro le da al equipo —y especialmente a Franco Colapinto— una alternativa clara para volver a competir al frente en 2026. El foco está en tener todo listo para las pruebas de pre-temporada, cuando el nuevo coche comenzará a demostrar su verdadero potencial.
