Central ganó, convenció y se anima a soñar en serio

Rosario Central venció con claridad a Instituto por 3 a 0 y no solo sumó tres puntos vitales: dio un mensaje. El equipo de Ariel Holan mostró funcionamiento, jerarquía individual y una idea de juego cada vez más consolidada. Está en zona de clasificación y sigue con chances concretas de pelear por el título.

El primer gol llegó temprano. A los 7 minutos, Giaccone aprovechó un mal retroceso de la defensa rival, desbordó con potencia y tiró el centro atrás para que Santi López definiera con precisión. Un Central intenso, corto y con presión alta, que obligó a Instituto a jugar incómodo todo el primer tiempo.

Antes del descanso, Campaz apareció en la medialuna y metió un zurdazo cruzado que puso el 2 a 0. El colombiano fue de lo mejor del partido: desequilibrante, claro en la toma de decisiones y clave en la transición ofensiva.

En el complemento, el partido se planchó, pero Central lo cerró con oficio. Enzo Copetti, que había ingresado bien, liquidó el partido con una definición limpia después de una contra bien manejada. Fue 3 a 0, pero pudo ser más.

La victoria deja al Canalla con 27 puntos en la Zona B, entre los primeros cuatro y con una fecha por delante. Depende de sí mismo para meterse en cuartos y, si sigue en este nivel, puede dar pelea hasta el final.

El vestuario sabe que no hay margen para relajarse. Holan repite una frase que ya es parte del discurso del plantel: “La clasificación no es un objetivo, es una obligación.” Y el equipo lo está entendiendo.

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