El piloto argentino será titular en Alpine durante cinco carreras. Su debut será en Imola, la pista donde ya había brillado en Fórmula 2. Una historia de talento, constancia y destino.
Dicen que algunas promesas no se olvidan, solo se preparan en silencio. En Pilar, provincia de Buenos Aires, un chico de nombre Franco y sueños europeos se trepaba a un karting sin saber que, con cada curva, iba puliendo algo más que técnica: iba gestando destino.
Franco Colapinto no solo aprendió a manejar antes que a caminar recto por los pasillos de la primaria. Aprendió a sentir. Porque lo suyo no era la velocidad como capricho, sino como idioma. Desde sus inicios en el karting nacional hasta su conquista temprana de la Fórmula 4 Española en 2019, ese pibe flaco y sonriente empezaba a mostrar que el corazón argentino puede latir en milésimas si se lo deja soñar.
Un camino entre curvas, podios y espera
En 2020, mientras el mundo frenaba, él aceleraba. Se subió a cuanto monoplaza pudo: Fórmula Renault Eurocup, Toyota Racing Series, Le Mans. Cada categoría fue su aula, cada podio, una señal.
Pero el camino a la Fórmula 1 no es recto, ni justo, ni lógico. Es un laberinto de política, fierros y paciencia. En 2024, el mundo vio lo que Argentina ya intuía: con un MP Motorsport feroz en F2, Colapinto ganó en Imola la carrera sprint. Como si el circuito italiano ya lo estuviese llamando por su nombre.
El regreso soñado, el rugido esperado
Y ahora, vuelve.
Alpine confirmó que Franco será su piloto titular durante las próximas cinco carreras, empezando por… sí, Imola. Esa misma pista. Ese mismo rugido. Reemplaza a Jack Doohan en una jugada que mezcla necesidad y oportunidad, en medio de una reestructuración interna que tiene a Flavio Briatore como nuevo timonel.
Pero más allá del ajedrez político, hay algo que grita más fuerte: vuelve un argentino a la Fórmula 1.
Con historia, hinchada y herencia
Vuelve con la historia de Fangio retumbando en los boxes. Con Reutemann en la memoria y con una hinchada que lo empuja desde el sur del mapa como si pudiera cortar el viento con la voz.
En tiempos donde el mérito a veces se esconde y los reflectores apuntan a lo marketinero, Colapinto representa otra cosa: el trabajo silencioso, la persistencia que no se tuerce, el talento que espera su hora sin dejar de girar.
El 18 de mayo, una fecha para volver a creer
El 18 de mayo, cuando se enciendan las luces en Imola, no solo será el debut oficial de Franco como piloto titular en Alpine. Será, también, el eco de una historia que no se interrumpe. Argentina vuelve a correr en la Fórmula 1.
Y con ella, toda una generación vuelve a CREER.