El viernes 2 de mayo, ¿cómo afecta a los santafesinos?

El viernes 2 de mayo, Rosario y toda la provincia de Santa Fe se sumarán al “día no laborable” dispuesto por el Gobierno Nacional, como parte de los feriados y días festivos del calendario de 2025. Esto significa que no habrá actividad escolar en las escuelas públicas ni privadas, y el sistema bancario permanecerá cerrado, dejando a miles de santafesinos con un largo fin de semana de cuatro días.

Este día no es un feriado puente, como muchos podrían haber esperado, sino una jornada “no laborable con fines turísticos”. Un término que, más allá de su formalidad, tiene un impacto directo en las actividades cotidianas de la ciudad y la provincia. Mientras que algunos aprovecharán el día para descansar o hacer turismo, la pregunta inevitable es: ¿qué pasa con los que no disfrutan de estos “beneficios”?

El Ministerio de Educación de Santa Fe confirmó que no habrá clases en los colegios, tanto públicos como privados. Un dato importante para las familias que, ya de por sí, enfrentan los desafíos de organizar su día a día. Y, si bien este día está dentro del calendario escolar, no deja de generar incertidumbre respecto a los servicios y actividades laborales. El hecho de que los bancos también cierren crea una especie de parálisis para aquellos que necesiten realizar trámites financieros.

Lo cierto es que este viernes 2 de mayo será el primero de un fin de semana largo para muchos, que se extiende hasta el domingo 4. Pero este beneficio no es para todos. Los empleadores no están obligados a otorgar el día libre, por lo que quienes deban trabajar lo harán de manera habitual, con la única diferencia de que no será considerado feriado.

En cuanto a la administración pública, solo los servicios esenciales funcionarán. Mientras tanto, los municipios y el gobierno provincial deberán definir cómo se organizarán otros servicios fundamentales como la recolección de residuos y el transporte urbano de pasajeros.

Así, mientras muchos disfrutan del respiro que trae el 2 de mayo, otros se ven obligados a reorganizar su rutina, en un día que, más allá del descanso, plantea preguntas sobre la organización social y laboral. Es, al fin y al cabo, el reflejo de un país que balancea la necesidad de tener días para el disfrute con la realidad de quienes, incluso en un “día no laborable”, deben seguir adelante.

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