La Universidad de Harvard ha rechazado las exigencias de la administración del presidente Donald Trump, que incluyen la eliminación de programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), cambios en su liderazgo y la implementación de políticas disciplinarias más estrictas para los estudiantes. En respuesta, el gobierno federal ha congelado más de 2.200 millones de dólares en subvenciones y 60 millones en contratos destinados a la institución.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, comunicó que Harvard “se ha burlado del sistema de educación superior” y que, por lo tanto, “dejará de ser una institución financiada con fondos públicos”. Incluso, la universidad ha devuelto una carta a la mencionada funcionaria del gobierno federal corrigiendo inconsistencias gramaticales en la misma, en la muestra de una señal de máxima rebelión que muestran desde hace semanas las instituciones educativas estadounidenses.
En respuesta, Harvard presentó una demanda contra la administración Trump, argumentando que las acciones del gobierno violan la Primera Enmienda y representan una extralimitación de su autoridad legal.
Este conflicto se enmarca en una campaña más amplia del gobierno para reformar las instituciones de educación superior que considera dominadas por ideologías de izquierda. Otras universidades, como Columbia, también han enfrentado recortes de fondos federales por motivos similares.
Además, la administración Trump ha amenazado con revocar el estatus de exención fiscal de Harvard, argumentando que la universidad actúa como una “entidad política”.
En medio de este enfrentamiento, más de 70 universidades, incluyendo Harvard, han expresado su rechazo a las nuevas restricciones migratorias impuestas por el gobierno, que afectan a estudiantes internacionales y académicos.
La comunidad académica y diversas organizaciones han condenado las acciones del gobierno como una intromisión política sin precedentes, que amenaza la autonomía y la libertad de expresión en las universidades estadounidenses.
Este conflicto continúa desarrollándose, con implicaciones significativas para el futuro de la educación superior en Estados Unidos.