El papa León XIV confirmó que su primer viaje oficial como líder de la Iglesia Católica será a Turquía, donde participará de las celebraciones por el 1.700° aniversario del Concilio de Nicea, un compromiso pendiente que ya había sido impulsado por su predecesor, el papa Francisco.
La noticia fue confirmada por el propio pontífice durante una audiencia con periodistas internacionales en el Vaticano, y representa un gesto de continuidad pastoral, ecuménico y geopolítico. El Concilio de Nicea, convocado en el año 325 d.C. por el emperador Constantino, fue el primer concilio ecuménico de la Iglesia y definió doctrinas clave para el cristianismo, como la divinidad de Cristo y la redacción del Credo niceno.
León XIV, primer papa estadounidense y de origen peruano, ha reafirmado en sus primeras intervenciones públicas su voluntad de seguir las líneas de reforma y diálogo interreligioso que caracterizaron el pontificado de Francisco. En ese sentido, su participación en los actos de Nicea no solo honra una promesa de su antecesor, sino que también busca tender puentes con la Iglesia ortodoxa oriental y consolidar una agenda de unidad en un mundo marcado por conflictos.
Un viaje de fuerte simbolismo religioso y diplomático
El viaje a Turquía tendrá también un fuerte componente geopolítico, ya que ocurre en un contexto regional tenso y con una Turquía cada vez más activa en el tablero diplomático internacional. Fuentes del Vaticano indicaron que León XIV mantendrá encuentros con autoridades del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y posiblemente con representantes del gobierno turco, aunque la agenda definitiva se está terminando de definir.
A diferencia de lo que se había especulado en medios ucranianos —sobre un posible viaje inmediato del Papa a Kiev—, el Vaticano aclaró que ese deseo de visita persiste, pero no será el primer destino. El propio León XIV recibió días atrás una invitación del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, quien además solicitó la mediación de la Santa Sede para lograr una tregua con Rusia y facilitar el regreso de menores desplazados.
Un comienzo con señales claras
Con su elección, León XIV sorprendió al mundo y a muchos dentro de la propia Iglesia. Obispo agustino, teólogo formado entre Perú y Estados Unidos, su perfil pastoral y dialoguista ya ha comenzado a marcar su estilo. En su primer discurso pidió “desarmar las palabras para desarmar la Tierra”, y en su misa con los cardenales subrayó que “el papado no es un honor, sino una cruz que se lleva con humildad”.
La confirmación del viaje a Nicea da así inicio formal a un pontificado que, aunque joven, ya muestra vocación de continuidad, apertura al diálogo interreligioso y firmeza ante los desafíos globales.
