Durante el partido entre Newell’s y Huracán, un pequeño hincha irrumpió en la cancha solo para abrazar al arquero costarricense. El gesto, espontáneo y cargado de emoción, se volvió viral y demuestra el impacto que genera la figura de Navas.
Newell’s vencía a Huracán en el Coloso Marcelo Bielsa por el Torneo Apertura 2025 cuando una imagen fuera del guion del fútbol conmovió a todos. En pleno segundo tiempo, un niño ingresó al campo de juego, atravesó la línea de cal y corrió directamente hacia el arco que custodiaba Keylor Navas, su ídolo absoluto.
Lejos de asustarse o pedir asistencia de seguridad, el arquero de 38 años —con pasado en Real Madrid y PSG— abrió los brazos y recibió al pequeño con un abrazo lleno de ternura y calma. El niño, visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, se aferró a la cintura del guardameta, como si no quisiera soltarlo nunca.
La escena fue acompañada por una ovación desde todos los rincones del estadio. Detrás del arco, desde la popular Diego Maradona, los hinchas de Newell’s aplaudieron el gesto que resaltó no solo la admiración que despierta el arquero tico, sino también su cercanía y humildad, cualidades que lo hicieron rápidamente uno de los más queridos del plantel rojinegro.
Navas, que se sumó a Newell’s a comienzos de 2025 bajo la conducción de Cristian Fabbiani, no solo ha aportado jerarquía en el arco sino también un liderazgo silencioso fuera del campo. Su llegada revolucionó al fútbol argentino, y este tipo de gestos no hacen más que reforzar su vínculo con el club y la gente.
Desde las redes sociales oficiales del club, el momento fue remarcado con afecto: “Recordamos que no está permitido el ingreso al campo, pero qué linda secuencia”, escribieron junto a fotos del encuentro entre el niño y el arquero.
Además del emotivo episodio, la noche fue perfecta para Newell’s: el equipo ganó, sigue en zona de clasificación y sueña con avanzar a los octavos de final. Y mientras tanto, su arquero estrella se prepara para volver a defender también los colores de Costa Rica, en lo que podría ser su última etapa como jugador internacional.
En Rosario lo disfrutan. Y los hinchas, sobre todo los más chicos, ya saben que a veces los sueños se pueden abrazar.
