Desde noviembre de 2024, el tren que conecta Rosario con Cañada de Gómez permanece fuera de servicio, generando incertidumbre sobre su futuro. Según el gobierno nacional, la suspensión se debe a la falta de material rodante y se está llevando a cabo una evaluación técnica, económica y operativa para recuperar las formaciones.
El servicio, reactivado en agosto de 2022 tras 45 años de inactividad, era fundamental para los habitantes de la región, con paradas en Funes, Roldán, San Jerónimo Sud, Carcarañá y Correa. Su interrupción ha generado preocupación entre los usuarios y representantes políticos.
El diputado nacional Eduardo Toniolli consultó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sobre si la suspensión es temporal o definitiva y qué medidas se están considerando para su reanudación.
La falta de locomotoras y repuestos ha sido una constante en los últimos meses. En agosto de 2024, el servicio funcionó solo tres días debido a la escasez de locomotoras, y en noviembre, dos máquinas averiadas dejaron el servicio completamente suspendido.
La ausencia de talleres ferroviarios en Rosario obliga a enviar las locomotoras a Buenos Aires o Córdoba para su reparación, lo que prolonga los tiempos de inactividad.
Mariano Antenore, de la Asociación Amigos del Riel, ha advertido que el tren corre el riesgo de desaparecer debido a la falta de inversión en mantenimiento y reparación del material rodante. Según Antenore, el parque del Ferrocarril Mitre cuenta con solo 10 locomotoras diésel para cubrir todas las necesidades, lo que lleva a reasignaciones que afectan a los servicios regionales.
A pesar de la alta demanda que tenía el servicio, con un promedio de 8.000 usuarios mensuales y un pico de 10.000 en enero de 2024, la falta de inversión y mantenimiento ha puesto en riesgo su continuidad. Los usuarios y defensores del tren esperan una pronta solución que permita restablecer este medio de transporte esencial para la región.